Tres Novísimas Poetas Dominicanas:
Susana Gautreau De Windt, Azucena Del Valle y Sol Lora
Por Jorge Piña
Me encantan las poetas. Soy el padre, sin querer e inmerecido, de Mujeres de Palabra en USA: 23 escritoras en un libro-movimiento. Un hombre raro dirán entra tantas mujeres poetas dominicanas. Pero además vivo con una. Karina Rieke (“Mitología del instante” y “Semejanza de lo eterno”). La otra. Claribel Díaz (“Órbita de la inquietud” y “Ser del silencio) fue compañera de una doble pasión común: el psicoanálisis y la Metapoesía. A ambas las une ese cuidado exquisito por el metalenguaje, el verbo, la palabra infinita. La magia del decir poético. La hechura del verbo en su decir primario. La alucinante grandeza del poema que se escribe con verdad, ilusión y premonición. Premonición del sueño y su fulgor, de la desolación infinita y del hábito y aliento de querernos. Sin lugar a dudas son, tanto Karina Rieke como Claribel Díaz, las dos mejores poetas de la literatura dominicana tanto en el país como en el exterior. Pero además soy un Andrógino Ciego. Pluralidad infinita de lo bisexual. Ese campo constructivo eterno de la poiesis.
“Al contemplar tus ojos arden llamas
Amanecer radiante vibra el alma
Para que nazca el sol cada mañana
No necesito vida ver el alba
Ni necesito vientos que me toquen
En tu cuerpo de niño enternecido
De tus mágicas manos adherido
Del oráculo el céfiro de dioses”
Sol Lora
Pocas poetas me sorprenden como me han sorprendido la poesía de tres novísimas escritoras y poetas dominicanas: Susana Geatreax de Windth (http://psicoanalisisycultura.com/2011/10/06/la-maria-de-susana-de-gautreau-de-wind/), Azucena del Valle y Sol Lora. Son parte de esa nueva promoción de mujeres poetas especiales. Creadoras perspicaces, afanadoras literarias. Sorteadoras de los misterios inequívocos de las letras, la cultura y el mundo convulso del quehacer literario dominicano “glocal”. Poetas postmodernas del facebook, del blog misteriosa, atrevido y comparón. Husmeadoras contumaces del comentario diario verdadero, inteligente y sabio. Son poetas “deaverdad” de estos tiempos cibernéticos esenciales. Pero más que nada son las herederas de ahora de Salomé y Aída. Las hijas tiernas de Camila, del lápiz invisible y del tintero maquinante o del teclado del PC. Unas Martha Rivera Metapoéticas. Las Julia Álvarez en desarrollo.
“De tus labios el cáliz de la vida
Humedad que filtra vino seco
Dime tú ¿de qué doradas viñas?
¿Cuál poción me embriagó en sus delicias?
Y al sentirme calada a tus sudores
Agua fuente en la aridez de mis pasiones
Sobre oleadas inmensas va el tridente
De Neptuno impetuoso a mis pudores”
Sol Lora
Se parecen a la abrumadora creación de Taty Hernández de Jarabacoa y a la Miriam Miréles de Venezuela. Podrían ser la Elsa Báez de Poetas de la Era o Jael Uribe de Grito de Mujer. Mis mujeres poetas de corazón. Desde la distancia ensenándome a ser más y mejor ser humano cada día con sus gritos, guiños y hallazgos del vasto mundo de lo cotidiano femenino. Esa saber especial que nos conmueve y nos hace grandes.
“No necesito vida una palabra
Donde el silencio habita en elocuencia
Dormida allí en mi hombro cae tu frente
Cuando el héroe abatido dio la vida
Sucumbió entre suspiros a mis sabores
Para que nazca el sol, Mi bien amado
No necesito a flores la esperanza
Despertada y vestida en tus placeres
Al contemplar tus ojos, mi reflejo
Despunta el día en unísona consonancia,
Y no necesito, vida, ya de nada”.
Sol Lora
Se trata de escritoras de una imaginería contagiosa, desafiante y subversora de la palabra poética y de la Cosa cultural dominica actual. Imponentes en sus escrituras estas tres novísimas escritoras dominicanas son una promesa en singular y una sorpresa en particular de la mejor literatura hecha por mujeres de todos los tiempos. Celebro con honor sus búsquedas. Contemplo con fervor sus atisbos. Merodeo con curiosidad sus escrituras fascinantes. Espero con ansiedad sus libros. Ahora bien: “Dime tú ¿de qué doradas viñas? ¿Cuál poción me embriagó en sus delicias?”. He dicho.
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